16 julio 2017

Entre salsas

Cuando mi mamá hacía salsas le quedaban ¡buenísimas!, trataba de no hacerlas muy picantes para que pudiéramos comerlas pero aún así picaban, ya después cuando yo hacía las mías me quedaban fatales, sin sabor, sin chiste, o sea, sin ese toquecito que te hace seguir comiendo...ella cocinaba teniendo una meta muy clara: que sus hijos comieran de forma balanceada, no tenía recetas ni estudios de cocina, cocinaba por amor a sus hijos, cocinaba pensando la forma de darles aquello que los haría crecer y desarrollarse para vivir en el mundo, aunque muchas de esas recetas a mi no me gustaban, me tenía que comer todo "porque aquí no es restaurante", decía... y varias frases por el estilo...

Aún con este antecedente, yo no atinaba a "descubrir" cual era su verdadera motivación, ya que nunca la vi cocinar de malas, aunque si apurada porque tenía que dejar la comida hecha para irse a trabajar...

Hace poco tiempo, más por necesidad que por gusto (olvidando por años la "actitud" de mi madre al cocinar), intenté nuevamente a hacer las salsas, el resultado: una salsa comible y hasta ahí...pero bueno, al menos tenía salsa...

Conforme fui adentrándome a cocinar más y encontrar el verdadero sentido de hacerlo, no sólo las salsas empezaron a saber más ricas, sino todo lo demás que cocinaba, entonces me di cuenta de algo, que había visto pero había pasado desapercibido a mi vista interior, lo "importante" no es cocinar, ni siquiera la receta en si, sino cocinar con amor, con pasión, con deseo de disfrutar cada bocado ya que ha sido preparado para deleitar a los sentidos y poner una sonrisa que festeja el paladar.

Y justo hoy me di cuenta de esto al estar preparando estas salsas, cuando estaba asando los jitomates y los jitomates zebra, agregando cebolla y chiles de árbol, cuando los olores empezaron a inundar el ambiente mezclándose y uniéndose hasta formar uno solo: el olor de los recuerdos, el olor de lo que una salsa pudo lograr en mi, despertar el verdadero amor por cocinar, no solo porque "debo" hacerlo, sino porque "deseo" hacerlo, una sola palabra que abarca una gran diferencia...el recuerdo del olor de la cocina de mi madre y su imagen moviéndose, preparando, probando, oliendo hasta culminar el platillo en la mesa y sus hijos comiendo lo que ella con pasión había cocinado...

En este episodio de nostalgia positiva, recordé cuantas veces he cocinado apurada o de mala gana, pensando ¡que lata! y ahora ¡qué voy a cocinar!, creo bastantes...

Sin juzgarme ni recriminarme (porqué es fácil caer en el drama), APRENDO, ACEPTO Y MODIFICO aquello que en un tiempo hice, y tal vez "funcionó", por aquello que ahora disfruto y puedo decir con júbilo: Mis salsas quedaron con ese saborcito que te hace seguir y seguir comiendo y para mi, esto, es un gran principio!


21 junio 2017

La pirámide reformada

Yo recuerdo que cuando era niña, en la escuela nos enseñaban acerca de la pirámide de los alimentos donde señalaba  lo que debíamos comer, no la recuerdo muy bien pero sí recuerdo que no era como la que actualmente se está promocionando en varios países para hacernos conscientes de nuestra salud, ya que la "de mi niñez" preponderaba el consumo de carnes y cereales como primeros escalones.

Se ha desarrollado un sencillo y apropiado sistema por medio de la pirámide de alimentos con la que todo el mundo puede probar y optimizar sus hábitos alimenticios, sin contar calorías.

A menudo es difícil entender la esencia de una "alimentación saludable" por tantas recomendaciones contradictorias que nos encontramos en el camino y así ponerlas en práctica en nuestra vida cotidiana.  Las encuestas (diferentes fuentes) muestran que el deseo de conocer una dieta equilibrada está presente (lo vemos en la encuesta del grupo) pero a veces carecemos del conocimiento para ponerla en práctica el día a día.

Pirámide de los alimentos
El AID*  ha desarrollado un sencillo y adecuado sistema con la pirámide de los alimentos con la que todo el mundo puede probar sus hábitos y optimizarlos (Herald Seitz, BZfE). Con distintos símbolos, con los colores del semáforo, y la subdivisión de los niveles de la pirámide, proporciona orientación clara en la vida cotidiana.  La pirámide de los alimentos establece el marco exterior, que puede ser llenado de acuerdo a sus hábitos o gustos así como variadas necesidades de energía.  Su mayor ventaja es su versatilidad, ya que se puede trabajar con niños, jóvenes y claro, adultos: cada bloque representa una parte la medida de la porción son sus propias manos.  Las partes, por tanto, también crecen y el modelo lo tiene en cuanta para las necesidades nutricionales que cambian por edad: niños pequeños "manos" pequeñas, niños grandes "manos" grandes.

Porción de niño
Porción de adulto









Como se ve en las imágenes, la porción por rango de edad serán las manos, muchas veces damos a los niños demasiado alimento pensando que así están bien alimentados, cuando en realidad lo que están es "llenos", tal vez al principio habrá que aprender las porciones, pero después será fácil conocerlas.

Los escalones de la pirámide los podemos explicar de la siguiente manera, les pondré la pirámide con su denominación en alemán y lo traduciré para su mejor comprensión, aunque viendo las imágenes es fácil de interpretar, al lado derecho se encuentran unos dados señalando las porciones a ingerir durante el día.


Empezamos de arriba hacia abajo:

Primer escalón:     aquí vienen los dulces, helados, botana, etc.
Segundo escalón: leche y sus derivados, pescado, marisco, carnes, aves, huevos, embutidos, etc.
Tercer escalón:     Pan, cereales y guarniciones.
Cuarto escalón:    Verdura, ensalada y frutas.
Quinto escalón:    Bebidas, café, té, agua, en fin cualquier bebida.


Como ven la presentación es sencilla, ahora hay que familiarzarse con ella, cabe señalar que esta es una propuesta y que vale la pena probarla y ver si nos resulta o no, vamos pensando en nuestra alimentación, hacernos responsables de ello nos brindará salud y además diversión!




*Ayuda, traducido del inglés






12 junio 2017

Alimentémonos con consCiencia

Existen variadas formas de alimentarnos, cada uno desde su consciencia y necesidad de ingerir alimentos que los satisfagan y hagan sentir plenos.
Al menos a mi, desde pequeña, me ensañaron a comer de todo y si no me gustaba me aguantaba y me lo comía, en aquel momento me molestaba bastante pero me lo comía todo, ahora como de todo y respecto a los nuevos alimentos soy abierta a probarlos y así saber si me gusta o no, sin embargo, en ese tiempo, mi voluntad y libertad de decisión se vieron avasallados a la voluntad de mi madre.

Esto con los años ha cambiado, los padres nos volvemos "blandos" en el sentido de no obligar a los niños a comer aquello por obligación sino porque desean comerlo, sin embargo, esto puede ser un arma de doble filo ya que los niños se sienten con el "poder" de comer o no, al cabo ya saben que si no les gusta les darán lo que pidan.  Esto provoca que el paladar se limite ya que al tener menos sabores a probar, el abanico de posibilidades disminuye al momento de aceptar un nuevo sabor.

Una forma de adentrar y "entrenar" al paladar a nuevos sabores es, desde muy temprana edad, darles de comer de todo, los niños lo recibirán primero como algo extraño y harán sus caritas ya que ese sabor es nuevo, pero si seguimos dándole lo mismo hasta que lo acepte, su paladar se "acostumbrará" y después será sencillo volver a dárselo, y así con todo tipo de alimentos, ellos no saben si es bueno o malo, solo que es nuevo y lo nuevo  a veces no es bien recibido por el paladar.

¿Porqué comento esto?, pues porque un factor importante es la repetición para que se construya un canal en nuestro cerebro que provocará un hábito y al tener un hábito, de cualquier ámbito, habremos cambiado aquello que deseamos transformar en nosotros. (aplica en todas las edades)

Otro factor es el de si yo quiero alimentarme sanamente, primero "deseo" querer hacerlo, el deseo es importante,  ya que la voluntad está en entrejuego, lo puede hacer uno por obligación, en el caso de alguna enfermedad o dolencia grave, pero aún en esos casos, si el "deseo" está presente, el andar será plácido y los resultados serán mejores.

Partiendo de que "deseamos" alimentarnos sanamente, y de manera continua, ahora viene la pregunta, y ¿eso qué significa?, algunas respuestas las tienen los vegetarianos, otras los veganos, otras los omnívoros, cada una de ellas es válida y respetable, pero la más respetable es la tuya, la que tú desees adoptar para ti y para tu familia.



Actualmente aquí en Alemania, a través del Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura, entre otras entidades federales, existe un Boom respecto a la rama de la alimentación y protección a las especies de animales que nos proveen de sus derivados así como de su carne, así como el  abrirle la puerta al ejercicio a través del programa IN FORM (En forma), al respecto quisiera hablarles así como la forma de comer con consCiencia.

Empezamos de la mano dando pasos hacía nuestro bienestar!